La diferencia fundamental entre el lenguaje privado y el público tiene que ver con el sentirnos ubicado. En el tú a tú la palabra sale sola de la barriga pero en el escenario público tenemos tantos miedos que la voz sale de la mente.
Valentín Escribano es socio de Cúbica Multimedia y compagina esta labor con su colaboración en la Universidad, donde dota a los profesores de herramientas de oratoria, coaching y desarrollo de competencias. Ligado desde muy joven a la política, entró en el mundo de la oratoria y el coaching movido por su vocación por las personas
Según Valentín, la oratoria de hoy bebe todo de los clásicos porque es esencia del ser humano pero también ha perdido cosas tan importantes como el entrenamiento y la preparación para el uso de la palabra en los espacios públicos.
“En España no nos entrenamos en el uso y éxito de nuestra palabra. No nos incentivan y al final vamos aprendiendo por ensayo-error, quitarte el miedo, neurona-espejo…y tampoco estamos entrenados en buscar al mejor orador, el que a mí me llene”.
“La diferencia fundamental entre lenguaje privado y público tiene que ver con el sentirnos ubicado. Cuando estás en el tú a tú la palabra sale de la barriga y sola, sin pensar en lo que hay que decir, pero en el escenario público tenemos tanto miedo, tantas barreras que de repente la voz ya no nos sale del estómago nos sale de la mente. En un escenario público hacemos un discurso vertical buscando en nosotros mismos, no buscamos en los demás, en los ojos del otro”.
Como amante de los clásicos Valentín recupera las reflexiones de Quintiliano, “que nos pide que si de verdad queremos llegar con nuestro discurso a los demás, tenemos que llegar como hombres y mujeres buenos y para eso hay que trabajarlo desde antes, desde pequeñito y no quedarnos solo en la oratoria. Quintiliano lo dice así, trabaja mucho contigo y conviértete en un hombre bueno y de paso te enseño un buen discurso”
“¿Qué pasaría si los políticos y las personas que están en el espacio público además de un discurso transmitieran valores, educación, respeto, aceptación… ? ¿y qué pasaría si dejaran en casa los juicios y creencias y fueran con la ilusión de aprender? ¿Qué pasaría… ?
Según Valentín Escribano, “Que seríamos mejores”
Y según tú, ¿Qué se podría hacer desde el discurso público?
Me parece muy acertado esta practica es la realidad,pensare en ello
Rafael gracias por tu comentario. Te animo a que pienses en ello y que luego nos comentes desde tu punto de vista, qué se podría hacer desde el discurso público que no se está haciendo a día de hoy.